En 2005, El Museo de la Minería del País Vasco nos preguntó si seríamos capaces de conocer el valor económico de la colección del museo. La respuesta no era sencilla y en aquel contexto (un primer trabajo museográfico para un nuevo cliente) ensayamos una respuesta. Nos ceñimos a una pequeña parte de los fondos; solo a la maquinaria de gran tamaño que habíamos seleccionado para exponer en la ampliación del museo y, que con aquel fin expositivo, estábamos catalogando.
la reposición desechamos el costo de la mano de obra, dado que en el museo la realizan voluntarios de forma gratuita. El tercer valor de aquel trabajo fue el valor patrimonial y para su cálculo tratamos de apurar criterios objetivables que indicaran el valor de cada una de las máquinas. En 2005 (año en el que redactamos el proyecto museográfico de ampliación) estimamos el valor de reposición y el valor patrimonial de cada una de las 84 máquinas que nos habíamos propuesto exponer.
Diez años después, el Museo de la Minería nos hace un encargo en firme para calcular el valor monetario de la totalidad de sus fondos. El enfoque metodológico se mantiene pero difiere la forma de abordarlo: primero, en 2015 sí hay un mercado (o varios) de objetos patrimoniales industriales y mineros; y segundo, ahora tenemos que abordar las miles de piezas que forman los fondos del museo que, además, son de tipología muy diversas.
Para abordar el valor de mercado hemos diferenciado once colecciones que conforman los fondos (que van desde maquinaria de gran porte, minerales, fotografía, hasta arte contemporáneo). A continuación, hemos contrastado cada grupo de objetos con su mercado para obtener un precio de venta.
Lo que en el estudio de 2005 fue dejado por marginal ahora ha sido el objeto principal del cálculo del segundo valor de la colección; el trabajo invertido por los voluntarios para obtener y restaurar los fondos del museo. La forma de obtener este valor ha sido analizar el sistema de recuperación de las piezas, las personas implicadas, los trabajos y la cualificación de los mismos, también las variaciones que a lo largo de los casi treinta años de trabajo voluntario, se han producido en las labores de rescate de las piezas.
En nuestro estudio se ha partido de la idea de que el valor de las colecciones no es único y por tanto, nuestro acercamiento para su valoración es también múltiple. Esto es, cada valor es independiente y no son sumables el valor de trabajo con el valor de mercado. Pero esta idea se ha trastocado radicalmente….
De forma paralela a nuestro estudio, el museo encargó una segunda valoración al Grupo de investigación Ethical Cash Relationship Index ECRI, compuesto por investigadores de la Universidad del País Vasco y la Universidad de Deusto. En dicha valoración se explora y contabiliza el valor social que el Museo de la Minería genera para sus grupos de interés y para la sociedad en general. Con su análisis, a partir de una metodología propia, han dado un paso adelante y de forma holística incorporan el valor de mercado como inmovilizado y la inversión de trabajo voluntario, junto con múltiples indicadores como parte del valor social que genera anualmente el Museo de la Minería.
Los resultados de ambos trabajos complementarios han sido presentadas públicamente el 4 de octubre y tal como han recogido los medios..” Las dos investigaciones, de carácter complementario, estiman que el valor de la colección museística se acerca a los 1,5 millones de euros, mientras el valor social generado superaría los 6,5 millones. Por ello, concluyen que «desde una perspectiva social, el valor del Museo de la Minería del País Vasco, supera los 8 millones de euros».
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